Entre tanto ruido provocado por los parones, retrasos y previsiones del segundo puente de acceso a Cádiz, con luchas políticas entre administraciones incluidas, hay un asunto que preocupa especialmente a los técnicos del Ayuntamiento y en el que se trabaja en silencio para que sea cuanto antes una realidad. Se está trabajando sin hacer ruido, quizá para que las quejas por los retrasos acumulados no se vuelvan contra ellos. El proyecto en cuestión es el de la construcción del aparcamiento subterráneo que está llamado a convertirse en el más importante de Cádiz, no sólo por su capacidad, sino también por su función, ya que debe convertirse en la bolsa de estacionamiento disuasora de entrar en el casco histórico.
El Ayuntamiento de Cádiz lleva meses intentando sacar adelante este proyecto, pero la falta de entendimiento con otras administraciones para poner al día otras actuaciones fundamentales que también afectarán al aparcamiento, como la reforma integral de la plaza Sevilla y la reestructuración de toda la zona aledaña a la estación de ferrocarril, y la omnipresente crisis económica han obligado a ir retrasando el inicio de los trabajos.
En principio, la previsión marcaba que la obra de construcción de la primera fase del subterráneo, que es la que discurrirá por debajo de la carretera industrial, tenía que haber comenzado ya, en concreto, se pensaba que el principio del verano era la fecha oportuna para hacerlo. No obstante, desde el equipo de Gobierno se ha ido retrasando esta fecha. El retraso en la culminación de la ampliación del cercano aparcamiento de Canalejas impide que se puedan hacer los desvíos del tráfico necesarios hasta que no se abra la avenida del Puerto, con el fin de evitar un tremendo caos circulatorio. Por otro lado, y lo que es más importante, el Ayuntamiento aún no ha encontrado un socio para Emasa -la empresa pública de aparcamientos- que esté dispuesto a asumir la mitad de los costes de los trabajos y también a beneficiarse de la mitad de los ingresos generados por la instalación.
Es en ese aspecto en el que más se ha afanado el teniente de alcaldesa presidente de Emasa, José Blas Fernández, en los últimos meses. Un trabajo que parece haber tenido su fruto, ya que tres empresas se han interesado por la construcción del aparcamiento subterráneo. El concejal gaditano explica que “ya se está negociando y se le ha entregado a estas tres novias el estudio de detalle”.
Estudio económico
Desde el Ayuntamiento se espera que en septiembre esté finalizado el estudio económico necesario para poder sacar a concurso la construcción.
Será entonces cuando se puedan planificar los cambios en el tráfico y la reubicación de equipamientos. En ese aspecto, José Blas Fernández advierte que “ahí tendré que decirle a Transportes Comes que se vuelva a su sitio”, ya que actualmente ocupan provisionalmente parte de los terrenos aledaños a Renfe.
Una actuación de la que dependen otros trabajos que urgen a la ciudad
El aparcamiento que discurrirá bajo la carretera industrial tendrá capacidad para 551 vehículos y se corresponde con la primera fase del proyecto de construcción de uno de los mayores aparcamientos subterráneos de la ciudad en la plaza Sevilla. La segunda fase, que será la de construcción de la parte del aparcamiento que irá justo debajo de esta plaza, ampliará el espacio de estacionamiento para 407 coches más. No obstante, para poder comenzar con esta parte de los trabajos, hay que esperar a que concluyan los proyectos de reordenación y reurbanización de todo el entorno de la plaza Sevilla y la estación de trenes. Además, para el Ayuntamiento es fundamental poder empezar cuanto antes con las obras de construcción de esta primera fase del subterráneo, puesto que debe ir pareja a la transformación radical que se plantea en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana para toda la carretera de Astilleros. Esta se convertirá en una avenida con varios carriles que debe estar capacitada para asumir el alto volumen de tráfico que se prevé provendrá del segundo puente en dirección al casco histórico gaditano. Contará con toda una serie de equipamientos y nueva iluminación para integrarla en la ciudad.
La avenida del Puerto no se abrirá hasta septiembre
La fecha exacta en que la empresa encargada de las obras de ampliación del parking de Canalejas tiene que culminar sus trabajos es el 24 de noviembre. Desde el Ayuntamiento se había repetido en varias ocasiones que a finales de julio se volvería a abrir al tráfico la avenida del Puerto, para seguir con los trabajos en el subsuelo. El compromiso no ha podido cumplirse, y la fecha de la que ahora se habla es “finales de agosto o principios de septiembre”. El motivo de los retrasos ha sido la aparición de problemas técnicos, como la colocación de la fibra óptica de alta tensión que discurre por la zona del acerado y que impide que se pueda poner encima la capa de asfalto correspondiente, o el retraso en la llegada de las farolas fernandinas que van a sustituir a las antiguas. Aún no se ha comenzado a asfaltar el firme de la avenida, aunque José Blas Fernández considera que este es un problema de fácil solución, puesto que es un trabajo que se puede realizar “en dos noches”.
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