El registro municipal cuenta con cuatro mil solicitudes cuando para la próxima década la previsión apenas llega a los dos mil pisos construidos · Los promotores gaditanos piden más renta libre
El nuevo Plan de Ordenación Urbana no va a solucionar el grave problema de la vivienda en la ciudad. No es nada novedoso: salvo que se rellene en la Bahía a la búsqueda de más suelo o se elimine zona industrial en favor de la residencial, Cádiz apenas tiene hueco para la construcción de más viviendas, tras el impulso dado en la última década, e incluso el avance en la recuperación del parque inmobiliario del casco antiguo ha reducido casi al mínimo el número de pisos a rehabilitar y poner de nuevo en el mercado. Sin embargo, la previsión de nuevos pisos incluida en el Plan queda muy lejos de las necesidades más inmediatas que tiene la ciudad en materia de vivienda.
Según los datos aportados por el propio Gobierno, en el periodo de vigencia del nuevo Plan, que rondará los diez años, se levantarán en la ciudad 3.500 pisos, de los que 1.920 están reservados como protección oficial.
Estas cifras chocan de plano con el número de solicitantes de VPO que hay registrados en el Ayuntamiento de Cádiz y que alcanza la cifra de 4.000, lo que supone doblar las peticiones de un único año la previsión de pisos de esta categoría para la próxima década. Año tras año habrá que tener en cuenta el número de personas que se irán apuntando por primera vez a este registro por lo que en el próximo periodo de diez años la cantidad final se alejará aún más de las posibilidades de construcción en la ciudad, lo que obligará a seguir buscando casa fuera de la ciudad acentuando con ello la pérdida de población que soporta la capital desde hace dos décadas.
Por si fuera poco, el registro municipal de cuatro mil demandantes se centra en pisos protegidos, tanto en venta como en alquiler, pero no, lógicamente, en los que salen al mercado libre, por lo que no existe un censo de posibles necesidades. En este caso son los promotores los que pueden fijar el déficit de la oferta en la capital.
Hoy en la ciudad se están construyendo unas quinientas viviendas de renta libre, incluyendo las de la promoción de Abárzuza. Si hace apenas cinco o seis años todas ellas tendrían ya comprador, hoy cuesta ponerlas en el mercado, y eso que como media han bajado su precio un 25%. No obstante, acaban vendiéndose ya que aún existe en la ciudad una clase media que puede afrontar estos costes y, sobre todo, se mantiene el interés de muchos gaditanos de la emigración interesados en retornar a su ciudad de origen o inversores de Madrid o el norte del país deseosos de tener un piso junto a la playa gaditana.
Con todo ello, los 1.500 pisos de renta libre incluidos en el nuevo Plan de Ordenación (en buena parte concentrados en la operación en el solar del actual Hospital Puerta del Mar, en la Avenida) se consideran muy escasos para las expectativas que tienen los promotores gaditanos, asumiendo que, hoy por hoy, la construcción de VPO no es negocio, y que no se atenderá de esa forma a la revitalización de la ciudad con el retorno de las clases medias y alta.
"Todo lo que se haga es bueno para la ciudad, pero no podemos dejar a la vivienda de renta libre colgada", afirma Agustín Rubiales, cuya empresa trabaja en la construcción de 40 pisos y que va a iniciar una promoción de 33 viviendas en San Rafael. Antonio Reyne, por su parte, asume que no es factible tanta VPO y reclama más facilidades para sacar adelante promociones de renta libre. En su caso, mantiene media docena de obras con unos 80 pisos en total.
En el caso de Enrique Arroyo, su empresa se centra más en el Casco Antiguo, donde asume que es imposible sacar adelante VPO por parte de la iniciativa privada, considera que debe dejarse intramuros fundamentalmente para renta libre lo que facilitaría la llegada de nuevos vecinos. Cuenta con un parque en construcción de cerca de un centenar de pisos, entre los que destaca la promoción en la antigua sede de Gayro.
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