El pintor Antoni Gabarre, especialista en arte urbano, será el responsable de ejecutar el mural, de 280 metros
Lo primero que verán los visitantes de Cádiz, cuando entren por San Fernando, será un enorme mural de 280 metros. La obra, a cargo del artista catalán afincado en la provincia Antoni Gabarre, representará una estampa marítima sobre la que podrá leerse: «Cádiz, ciudad constitucional». El encargo, patrocinado por Eléctrica de Cádiz, comenzará a gestarse el próximo lunes, siempre y cuando concluyan las complejas labores de andamiaje de la zona.
Gabarre, que ya fue coordinador de la campaña 'Cádiz como la plata', es un prestigioso diseñador, pintor y escultor especializado en la intervención en espacios públicos, con una amplia trayectoria de proyectos similares ejecutados por toda España.
Uno de sus primeros trabajos, en la plaza barcelonesa de La Poveda, ha sido recientemente restaurado por el Ayuntamiento catalán con una inversión superior a los 45.000 euros. Desde la recuperación como espacios artísticos de las estaciones de metro de Rocafort y Plaza de Espanya, en 1985, Gabarre se ha convertido en un firme defensor del arte urbano como fórmula para embellecer y poner en valor parajes similares al que acogerá su próxima obra, en Cortadura.
«Dentro de la filosofía de que cada trabajo esté perfectamente integrado en su entorno, lo que haré será una alegoría formada por tres de los elementos esenciales de la ciudad: Luz, aire y mar», explica Gabarre, que ya ha definido completamente el grafiti en los bocetos previos.
Azul y blanco
«El azul y el blanco serán los colores predominantes, como en la misma Cádiz, donde manda el agua y el sol». «Estuve barajando distintas opciones, algunas con elementos figurativos, pero opté por la que mejor encaja con la presencia del mar tan cerca». El artista reconoce que la pieza tiene un plus de complejidad «por su enorme tamaño», pero también recuerda que, hasta la fecha, ha pintado más de 30.000 metros cuadrados por España, Francia, Hungría, Irlanda o incluso la antigua Yugoslavia.
«Estoy seguro de que todos los que accedan a Cádiz por Cortadura se llevarán una grata impresión. El arte urbano tiene la ventaja de que no hay que invitar al público a que acuda a un museo o sala de exposiciones, sino que es la propia obra la que va hasta donde la gente puede disfrutarla de una forma natural y cotidiana. Por eso tiene tanta fuerza visual y permanece en la memoria, muchas veces asociado positivamente para siempre al barrio o a la ciudad en el que se desarrolla».
Gabarre, que ya prepara los materiales para iniciar la intervención «lo antes posible», cree que la bienvenida a Cádiz «será difícil de olvidar».
El mismo proceso de elaboración del mural promete ser todo un espectáculo. Y gratis.
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