La empresa municipal se compromete a publicar la lista definitiva con los números de asignación antes de final de mes
Tener un piso en Cádiz es el sueño dorado para cualquier turista y más aún para el gaditano de origen. Muchos jóvenes y familias vieron un halo de esperanza en el nuevo plan urbanístico que el ayuntamiento anunció el pasado año junto con la empresa municipal de Promoción y Gestión de Viviendas, Procasa. La entidad ha prometido al gaditano la construcción de un total de 250 nuevas viviendas repartidas entre el casco antiguo y extramuros.
En esta etapa de recesión financiera, la noticia fue acogida con los brazos abiertos por los ciudadanos que no dudaron en inscribirse en el Registro Municipal de Demandantes de Vivienda que Procasa ha situado en el antiguo parque de bomberos, en la Cuesta de las Calesas. Algunas de ellas ya tienen dueño, como los once pisos de la calle Paraguay en el barrio de la Viña. Hogares que forman parte del plan de viviendas de alquiler con opción a compra para jóvenes.
No obstante, todavía no está hecho todo el trabajo. Miles de gaditanos están a la espera de que finalice el proceso de registro único de VPO para la asignación de número. La gestión comenzó en mayo del pasado año y los posibles arrendatarios tenían hasta finales de 2010 para presentar su solicitud en la sede empresarial, ya que a principios de 2011 iba a presentarse la lista definitiva. Sin embargo, un total de 4.200 demandantes aún no tienen noticias de la adjudicación de esas plazas. «Me aseguraron que a principios de año iban a publicar en el portal web de la empresa el número de asignación y todavía estoy esperando», declara Natalia Aragón, una de las demandantes. Procasa asegura que trabaja sin descanso en la revisión de la documentación y que a finales de mes tendrán la lista definitiva.
No obstante, piden paciencia a los posibles adjudicatarios, ya que cotejar cada instancia requiere un estudio minucios. La nueva legislación de la Junta de Andalucía exige analizarcada solicitud con lupa. Cada dato debe ser contrastado con la información del registro de catastro y con los informes de Hacienda. Sólo así se evita el fraude para que no se den casos en los que un mismo adjudicatario tenga dos viviendas en propiedad.
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