ARQUITECTO Y REDACTOR DEL ANTERIOR PGOU DE CÁDIZ
Ante el nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Cádiz, que llega a sus úlimos trámites, la primera idea que se me suscita es la enorme demora producida. Mientras se tarda 7 años en llegar a la aprobación provisional, la dinámica urbana ha ido más deprisa.
Por lo que conocemos desde el avance y a través de la prensa, el Plan es un conjunto de operaciones inconexas, algunas con edificabilidades claramente abusivas: 16 plantas al 80 % de ocupación sobre el Hospital Puerta del Mar, 20 plantas sobre el supermercado de la entrada a la ciudad, 14 plantas para el hotel de Comes, 16 plantas en las «casitas bajas», sustitución de barriadas de los años 50 por edificabilidades duplicadas, etc.
Tratándose de áreas aisladas, no conozco que el Plan posea procedimientos de compensación entre áreas de ejecución que garanticen el cumplimiento de lo que es la base de nuestra legislación urbanística: la justa distribución de cargas y beneficios.
Ello, a la vez que es injusto beneficiando a algunos, densificará aún más una ciudad que posee más de 13.000 habitantes por kilómetro cuadrado, sin que se prevean en paralelo el empleo, los transportes, los equipamientos y espacios públicos suficientes.
No aparecen operaciones que estructuren la ciudad, más que la impuesta por el nuevo puente, claramente insuficiente para absorber el enorme tráfico que va a generar. Se sigue apostando por el transporte privado y el aparcamiento subterráneo, gran negocio de las próximas décadas.
¿Qué pasará con las relaciones ciudad-puerto? ¿Nadie conoce las transformaciones que se han operado en Barcelona, Gijón, Vigo o Tarragona? La plaza de Sevilla, articulación fundamental entre el casco antiguo y la ciudad moderna y entre ambas y la Bahía, no se aborda correctamente. Por una parte, el gran error de atribuir valores histórico-artísticos al edificio de la Aduana ha condicionado su futuro. Por otra, la situación de la nueva estación de autobuses se ha alejado del centro para construir un centro comercial redundante con el de la antigua marquesina de Renfe.
El espacio público está siendo especialmente maltratado por nuestro Ayuntamiento, que se considera propietario del mismo para negociar toda clase de concesiones, comprometiendo un uso normal por el ciudadano. Instalaciones fijas abusivas en los jardines y en las aceras, instalaciones temporales ante las fachadas de los monumentos: carpas, casetas, pistas de juego publicitarias.
La recogida de basuras se hace en Cádiz con procedimientos anticuados e insanos. Hasta en pueblos pequeños se soterran al menos los contenedores. ¿Por qué no se ocupa el Plan de estos asuntos que son muy importantes para el ciudadano, en vez de implantar operaciones especulativas?
http://www.lavozdigital.es/cadiz/v/20100615/opinion/algunas-preguntas-sobre-pgou-20100615.html
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