viernes, 31 de diciembre de 2010

2011, la víspera del Bicentenario

La ciudad tiene por delante un año trascendental en el que los proyectos que sufran problemas no van a estar para el Doce · En un año de crisis, Cádiz se va a salvar de muchos recortes gracias a la efemérides

Los caprichos del destino han querido que una de las mayores crisis económicas mundiales que se recuerdan coincida en el tiempo con uno de los momentos más importantes de la historia reciente de la ciudad. Esos caprichos dan lugar también a una curiosa paradoja y es que lo que podría ser entendido como una auténtica desgracia, tiene también su lado positivo. En momentos en los que las administraciones públicas miran con lupa cualquier euro que se gaste, la celebración en Cádiz del Bicentenario de la Constitución de 1812 y, con ella, la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, ha permitido que los muchos de los grandes proyectos puedan seguir adelante.
El caso más paradigmático es el del segundo puente. Mientras que el Ministerio de Fomento ha sacado a pasear la tijera de los recortes a la práctica totalidad de la inversión pública en las infraestructuras de carretera, el puente de La Pepa va a seguir adelante a pesar de los contratiempos que ha sufrido el pasado verano, cuando parecía que también su futuro corría peligro.
Un puente que llevará por polémico nombre un homenaje a todo lo que se va a conmemorar en la capital gaditana en el año 2012 hubiera sido un ridículo de mayúsculas proporciones que no hubiera estado terminado para la fecha.
En la actualidad se ha retomado el buen ritmo de los trabajos, pero ya hay poco margen de error para llegar a tiempo a la Cumbre Iberoamericana, que es el momento en el que podría ser inaugurado si todo marcha bien. El gran reto para este próximo año es que el puente empiece a tomar forma y ya se pueda tener a buena parte de los tableros montados, operación que está ya a punto de iniciarse.
Con el segundo puente vienen una serie de actuaciones paralelas que ya aparecen más lejanas en el horizonte. Una de ellas es la avenida transversal que unirá el Paseo Marítimo, atravesando Varela, la avenida Juan Carlos I, la de Huelva y llegando finalmente al segundo puente. La primera de las fases de esta obra ya se encuentra bastante avanzada, pero una de ellas, la que va junto a la antigua casa cuartel de la Guardia Civil, no se puede llevar a cabo hasta que no se hagan las nuevas viviendas en el lugar que ocupaba el antiguo equipamiento de la Benemérita que permita realojar a los inquilinos de los edificios que hay que demoler para abrir espacio para la citada avenida transversal.
Del otro proyecto asociado al segundo puente, este sí de una manera más directa, el tranvía, de momento sólo hay intenciones y compromisos, pero ninguna fecha para el inicio de las obras.
En los primeros meses del próximo año 2011 la Junta debe dar el visto bueno al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobado de manera inicial recientemente en el Ayuntamiento de Cádiz. Si se cumple lo previsto por el equipo de Gobierno, no debe haber ningún tipo de problemas en este trámite final porque el documento ha llegado a la institución autonómica bien madurado. Una vez que venga de vuelta el PGOU comenzará la ejecución de un plan que tiene prevista una inversión total de 1.183 millones de euros.
El 69% de la intervención que se tiene que hacer según el documento se centra en la transformación del polígono exterior de la Zona Franca de Cádiz. Es un cambio radical que debe acabar con el chabolismo industrial y convertir un espacio degradado en otro mucho más moderno y atractivo para los inversores.
Para el desarrollo de este plan es fundamental el tándem que formará el Ayuntamiento con la Zona Franca de Cádiz y, sobre todo, esa Oficina de Captación de Inversiones que echará a andar en el próximo mes de enero. El primer paso lo va a dar esta semana la Zona Franca con la aprobación del pliego de condiciones para sacar a concurso la construcción de las 17 naves y el edificio en el recinto interior para dar cabida a las empresas que sean realojadas.
El Consorcio también jugará un papel importante en la tribuna del estadio Carranza que acomete el Ayuntamiento de Cádiz, en una de las obras que más polémica ha generado entre los grupos de la oposición debido al crédito de 42 millones de euros que tuvo que solicitar el ayuntamiento y que ha generado un aumento considerable de la deuda municipal con los bancos.
En esta operación se mueven dos retos de manera paralela. Por un lado, el Ayuntamiento quiere sacar a la venta los locales comerciales resultantes de la construcción de la tribuna y, con ello, hacer caja y disminuir en buena parte la deuda financiera del Consistorio. Pero poner en el mercado tantos metros cuadrados en los tiempos que corren es algo muy complicado. Para ello necesita a su socio de las anteriores fases, la Zona Franca de Cádiz, que ya está moviendo papeles para conseguir los permisos parta que vaya un apartahotel unido a un centro comercial en los bajos. Sería una fórmula distinta pero buscaría evitar los problemas que ha tenido la Zona Franca en las anteriores fases para poder colocar los locales comerciales, la mayoría en manos de las administraciones públicas.
Otro de los proyectos que se ha visto beneficiado por la inversión que se va a producir en Cádiz de cara al Bicentenario es el Hotel Parado Atlántico, donde se trabaja a un fuerte ritmo para llegar a tiempo para el Doce. Este se ubica en el entorno de un espacio donde también está prevista para el próximo año la intervención en la superficie de Santa Bárbara por parte del Ayuntamiento, donde se va a poner en valor uno de los espacios más bellos de la ciudad y que hasta ahora era una trasera.
Y sobre los proyectos hoteleros, una de las mayores decepciones ha sido el abandono por parte de Zaragoza Urbana del hotel de cinco estrellas en Valcárcel. Bien sea por la crisis económica, por la tardanza de los trámites administrativos, o por las dos causas a la vez, el enorme edificio se ha quedado de pronto sin novio. Diputación, que de nuevo vuelve a tener la titularidad del inmueble, asegura que mantiene su intención de que Valcárcel albergue en el futuro un hotel. Ahora deberá sacarlo otra vez a concurso. Ese será su gran reto.
Y muy cerca de allí discurren las obras del castillo de San Sebastián, el espacio que se espera que sea el elemento central de la celebración del Bicentenario. Hasta ahora los trabajos discurren a buen ritmo, pero todavía quedan por concretar muchas cosas sobre el contenido que tendrá este complejo que sí que debe estar listo para el 19 de marzo de 2012.

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