miércoles, 29 de junio de 2011

Miedo y frustración en avenida de la Bahía, 33

El bloque está deteriorado y la Junta concedió una subvención para su rehabilitación · La licencia de obra caduca en noviembre y los vecinos no han recibido un euro

Los vecinos del número 33 de la avenida de la Bahía tienen miedo. El bloque en el que viven, un edificio de unos cuarenta años situado frente al Corte Inglés y al lugar donde tocará tierra el segundo puente, se encuentra en mal estado. La Junta de Andalucía les concedió en 2008 una subvención del 75% del coste de la rehabilitación y les exigió que pidieran la licencia de obra, permiso que expira el próximo mes de noviembre y la administración todavía no ha dado un euro. Alega que no hay dinero y el proyecto está parado.
Desde el exterior pueden observarse los puntales que se han tenido que poner en los bajos para reforzar los pilares que sustentan esta estructura de once plantas de altura. Algunas de las columnas están muy deterioradas, con el herraje oxidado a la vista. A esto hay que añadir grietas en algunos pisos, pretiles que se están rompiendo y cascotes que caen a la calle de la cubierta superior del edificio y que "podrían matar a alguien si le cae en la cabeza", se lamenta una vecina del décimo piso.
Los propietarios sostienen que el estado del bloque empeoró con el comienzo de las obras del puente de La Pepa. Son conscientes que es algo difícil de demostrar, por eso, lo único que piden es que arreglen cuanto antes el edificio.
Juan Tinoco y su mujer, vecinos del 10º C, cuentan que cuando hicieron los cimientos de los pilares sobre los que tocará tierra el puente y las catas para el alcantarillado, "estábamos sentados y el sofá temblaba, también los cristales de la vitrina". Tanto ellos como el resto de vecinos temen que el bloque se derrumbe, aunque los técnicos de la Junta han descartado problemas de seguridad.
"Tenemos miedo porque el edifico está en la esquina. Es el que está más cercano al Corte Inglés, con el que ya sufrimos una gran obra, y el más cercano al puente. Le combaten todos los vientos y el suelo sobre el que se edifica es relleno sobre el mar", expresa Juan Herrera, del 3ºC.
Otro aspecto que preocupa a estos vecinos es el económico. Cada uno ha tenido que aportar 2.250 euros para sufragar el 25% de las obras de rehabilitación que les corresponde. Un dinero que muchos no tienen, ya que la mayoría son jubilados y viudas, por lo que han pedido préstamos al banco o a algún familiar. Además, han tenido que abonar entre todos 8.000 euros para la solicitud de la licencia de obra y otros 6.000 para el aval que exige el Ayuntamiento por los posibles perjuicios que pudieran ocasionar los trabajos. "La Junta nos ha obligado a solicitar la licencia de obra y todos hemos hecho un sacrificio, y ahora no cumple con lo pactado. Tememos que pase el tiempo, caduque el permiso y perdamos esos 8.000 euros. No tenían que habernos pedido la licencia de obra si no había dinero para empezarla", se queja Juan Herrera, quien afirma que los vecinos se sienten defraudados por la Junta de Andalucía. "Lo único que queremos es que cumpla con lo que nos prometió la anterior delegada provincial de Vivienda, Silvia López, quien vino con un equipo de técnicos y nos dijo que este sería el primer bloque que se arreglaría y que serviría de modelo para los demás. Nos sentimos engañados".
El vecino del 10ºC señala que "la administradora de la finca fue a hablar a la Junta y le dijeron que con la crisis se ha parado el tema de las subvenciones y que hay mucha gente antes que nosotros. Pero tienen que mirar cómo está el edificio, el peligro que hay, y deberíamos tener prioridad".
Francisca Cornejo, vecina del 7ºA, también manifiesta su temor y se pregunta: "¿Qué están esperando? ¿Que el bloque se caiga y nos matemos todos?"

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