martes, 8 de junio de 2010

Pizarro no descarta ahora «ralentizaciones» en la construcción del segundo puente

Desliz verbal o confirmación obligada. Sólo lo puede saber el consejero de Gobernación, Luis Pizarro, cuando ayer dio el titular en un evento de partido que buscaba otro objetivo: 'vender' a la militancia socialista la idoneidad del decreto aprobado de recorte del déficit público, de tan difícil digestión incluso para las bases. Sin embargo, Pizarro no pudo evitar la pregunta de los periodistas sobre el futuro más inmediato del segundo puente y tras un circunloquio sobre la impresión que le trasladó el ministro de Fomento en su último encuentro, terminó metiéndose en el charco para no descartar que este gran proyecto, no sólo para la capital gaditana, puede sufrir retrasos.
Quizás parezca una obviedad que Pizarro no fuera vehemente a la hora de garantizar que el segundo puente no se verá afectado por el recorte en las inversiones para obras públicas, teniendo en cuenta que Dragados ya ha comunicado a varias subcontratas que echen el freno porque la cantidad que les adeuda el Estado acumula demasiados ceros. «Yo no sé si habrá ralentizaciones, pero en cualquier caso no habrá una paralización». No contradecía, por tanto, a la constructora, pero arremetía contra «algunos dirigentes del PP» por generar en los últimos días cierta inquietud sobre la ejecución de proyectos clave para la provincia como éste o la línea de AVE. Ahora bien, si la impresión que quiso trasladar el consejero era de tranquilidad, erró en su verbalización, ya que habló siempre de «impresiones», pero no de certezas.
Probablemente la noticia llegue dentro de dos semanas, cuando se prevé, según explicó Luis Pizarro, que el ministro de Fomento y su homóloga en la Administración regional, Rosa Aguilar, «hagan público cómo será la reprogramación de las obras» que hay en curso.
En los corrillos previos antes de que comenzara el acto organizado por el PSOE de Cádiz en el teatro municipal de Benalup, se pretendía trasladar una idea de más seguridad a aquellos interesados en oír. Caso de la diputada Mamen Sánchez, que le indicó a varios medios que el Ejecutivo central considera prioritarios y, por tanto, se salvarían de la tijera de los recortes, la llegada del AVE y el puente de La Pepa.
El domingo, día 'mitinero' por excelencia para los partidos, fue aprovechado por el PSOE para congregar a unas 200 personas en el hogar político de su secretario provincial, Francisco González Cabaña, quien de paso se rodeaba así de dirigentes y de un invitado de peso, el ministro Rubalcaba, en un momento muy oportuno. Una muestra de poder e influencia en las entrañas del partido para un alcalde de Benalup y presidente de la Diputación que tiene a parte del patio socialista revuelto.
Ceñidos al mitin
Pero ni Cabaña ni Rubalcaba se prestaron a responder a las preguntas de los periodistas, y compartiendo coche oficial llegaron al teatro para entrar por un acceso secundario. La presencia del ministro era el principal aliciente de los medios que si querían alguna frase suya, tuvieron que ceñirse al mitin.
El acto se encuadraba dentro de la campaña 'Cambiamos por Andalucía', de corte claramente electoral, que en su origen nació para relanzar la imagen del presidente de la Junta, pero que la actualidad la ha escorado hacia los planes de recorte del Gobierno para hacer aminorar el déficit público y obtener una imagen de solvencia que le reclaman desde el exterior. «Es un momento muy difícil, pero yo creo que son los mejores para hacer política. Ahora hay que estar con la gente y trasladarle que las medidas que se van a imponer son necesarias para el país». González Cabaña se ajustó al guión: defensa del polémico decreto y crítica dura al PP. «Un partido que está instalado en la demagogia y en la corrupción». El presidente de la Diputación también incluyó arengas a los militantes para que hagan frente común «desde las primeras trincheras que son los ayuntamientos» y un reto para Javier Arenas: «a quien me gustaría verlo gobernando un día Andalucía. ¿Qué solución le daría a esta situación?».
Antes del acto, Pizarro ya había hecho lo propio al censurar «la doble vara de medir» de los populares. «Alcaldes del PP han desautorizado a su propio partido, que viene reclamando una rebaja de los salarios de funcionarios y primeros ediles en los ayuntamientos y cuando el presidente de la Federación Andaluza de Municipios lo propone, votan en contra».

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